Sevilla es luz, sol, alegría, calor, diversión, buen humor. Somos conocidos porque nos gusta la fiesta y el buen comer y esto se traslada a cada rincón de la ciudad.Así pues, si quieres ir de tapas por Sevilla, sigue leyendo.
Es lo que nos hace diferentes y lo que hace que Sevilla tenga ese “color especial” que tanto han cantado Los del Río. Una forma de ser que se ve en los casi 4.000 bares que tiene la ciudad, una cifra de vértigo si tenemos en cuenta que hay uno por cada 180 habitantes.
Te proponemos una ruta en la que podrás elegir entre visitar el restaurante más antiguo de España, una típica bodega sevillana o, incluso, ir a un establecimiento de cocina de autor.
NOS VAMOS DE TAPAS POR SEVILLA
El Rinconcillo (calle Gerona, 40): Es el clásico de los clásicos. Fundado en 1670 y situado en la calle Gerona, 40, en el corazón de Sevilla, ofrece todo aquello que un turista quiere ver: un local auténtico, un personal con salero y unos platos que quitan el hipo. Algunos, como las “espinacas con garbanzos” o el “bacalao a la roteña” han sido rescatados de recetarios antiguos. Eso sí, abren a partir de las 13h, de lunes a domingo, y es recomendable hacer una reserva. Web
Casa Ricardo y Casa La Viuda: Son dos locales de visita obligada porque son dos clásicos de la tapa sevillana, en los que ahora se combina tradición e innovación.
No te puedes ir de Casa Ricardo (calle de Hernán Cortés, 2) sin degustar sus croquetas, famosas en toda Sevilla; sus “berenjenas fritas con salmorejo o miel de caña” y su “solomillo al whisky”. Web
Y, de Casa La Viuda (calle Albareda, 2) un establecimiento recomendado en la Guía Michelin por ser una típica bodega sevillana, pide su “bacalao a la viuda” y sus “papas sevillanas”. Te chuparás los dedos.
El Antojo (calle Calatrava, 44): Un lugar cálido, de ambiente desenfadado e informal que ellos presentan como “Tu hogar fuera de casa”. Toma buena nota de sus tapas tradicionales (salmorejo, croquetas, pescaíto frito…), de sus platos de menú basados en la cocina mediterránea y de su carta, en la que, por ejemplo, podréis degustar el “toro con una suave crema de patatas” o un “risotto de calabacín y trufa”, tanto para comer como para cenar.
Abren a las 8,30 de la mañana y también sirven desayunos. Tienen cartas especiales para personas alérgicas e intolerantes.
El ConTenedor (calle San Luis, 50): Es un restaurante “Slow food”, con platos elaborados con productos de mercado frescos, ecológicos y biológicos, en que es recomendable reservar mesa.
Te aconsejamos su “arroz con pato” o su “solomillo de añojo con patata rota, parrillada de verduras y fina crema de ajo tostado”.
En Sevilla es conocido por ser mucho más que un restaurante ya que ofrece música en directo y actividades culturales. Es recomendable hacer una reserva previa. Web
La Azotea (calle Mateos Gago, 8// calle Zaragoza, 5// calle Jesús del Gran Poder, 31): Es uno de los restaurantes más concurridos de Sevilla. Se presenta con la frase de “Cocina de altura” y es conocido por la variedad de sus carnes, pescados y arroces.
Destacan, en especial, “la carrillada ibérica”, las “mini hamburguesas” y el “tartar de salmón”. Facebook
Ovejas Negras (calle Hernando Colón, 1-3) Es un grupo hostelero que agrupa La Mamarracha, La Chunga, Ovejas Negras, Torres y García y Tata Pila. Gastrobares que unen tradición con creatividad e innovación en cada plato.
Puedes pedir el “tataki de atún” de La Chunga o el “pollo al ladrillo de “La Mamarracha”. Web